Fundadora
Llegó a estas tierras cuando la ciudad comenzaba a tomar forma de puerto importante. Época de tranvías, coches y del lento y pintoresco tren que conducía a los trabajadores de Coloso por la Avenida Argentina. La niña de ocho años, venía de Coquimbo, no imaginó, sin duda, esa mañana que consagrara su tiempo y mejores energías a la formación de millares de otros niños y que considerara a Antofagasta como ``su tierra``.
Juana Otaiza Cortés, maestra, hija de Vicente y de María, recordaba
Éramos seis hermanos. Mi padre participante en la Guerra del Pacífico. Intervino en las batallas de Chorrillos y Miraflores. Mis primeros aprendizajes los hice en el Colegio Belga- Inglés y al irse de las monjas continuó un tiempo en la Campaña de Vapores, como ayudante de contabilidad y más tarde me consagró lleno a la enseñanza.
Los recuerdos afluyen nítidos, sinceros y con un dejo de íntima satisfacción por el deber cumplido. La Escuela Particular “Santa Teresita” surgió y se engrandeció con sus desvelos y dedicación permanente. Su labor tiene como frutos la formación de centenares, miles de antofagastinos que han pasado por sus aulas. Profesionales, padres, e incluso abuelos que se educaron en el colegio llegan con sus hijos para que inicien su formación bajo este alero.